Joaquín Salvador Lavado, Quino, el “papá de Mafalda”, visitó La Paz dos veces. La segunda, rodeado de periodistas, artistas y vino, puso en pausa su reconocida timidez, se puso hualaycho y demostró que los ángeles tienen sexo. Con su partida, a sus 88 años de edad, la humanidad pierde un entrañable vigía que en sus dibujos exorcizaba los malos augurios.