Anahí Cazas / Leny Chuquimia
Sonriente, el piloto de un coche del rally Dakar 2017 se detuvo por unos segundos y se dio tiempo para sujetar un bandera tricolor. Su actitud fue festejada por las miles de personas reunidas en el peaje de la Ceja de El Alto.
Mientras el público aplaudía y gritaba, los competidores sacaban sus celulares y se daban tiempo para capturar imágenes de la gente. Por ejemplo, los motociclistas, que eran recibidos como héroes, alzaban las manos o levantaban las motos.
Incluso los choferes de los camiones, que cargaban llantas y motocicletas y no estaban en competencia, también fueron recibidos con ovaciones. En respuesta, varios copilotos regalaban stickers con el logo del Dakar. Otros obsequiaban gorras o suvenires.
Uno de los momentos más aplaudidos fue cuando el copiloto de un camión se puso una máscara de un diablo del Carnaval de Oruro.
Un "te amo” y piruetas
Con una encantadora sonrisa, una de las pocas mujeres motociclistas arrancó más de un "te amo” durante su ingreso a la sede de Gobierno. Al igual que ella, los varones de su categoría, gallardos, se pusieron de pie en sus motos para saludar a los espectadores y arrancar el suspiro de las damas.
Sin ser identificado, uno de ellos pasó haciendo venias y aquilibrándose sobre sus dos ruedas. Mientras que otro agitó el brazo como si fuera un vaquero en un rodeo.
De los coches, corredores y copilotos sacaron medio cuerpo por las ventanas para agitar banderas bolivianas en retribución al cariño recibido. Mientras que otros gritaron "gracias” con el pulgar en alto.
Los camiones de alto tonelaje fueron los más esperados. A su paso, las potentes bocinas se fundían con la ovación del público. Cerca de la Cervecería, muchos de los corredores no dudaron en salir para repartir abrazos y posar para las fotos.