Laura Freixas Revuelta: “Yo lo que reivindico es la libertad de crítica”
La escritora española estará tres días en la Feria Internacional del Libro de La Paz.
La escritora Laura Freixas Revuelta nunca estuvo en Bolivia, pero con la imaginación ha viajado varias veces al país, de la mano del autor español Miguel Sánchez Ostiz y su obra Cuaderno Boliviano. Está ilusionada con su participación en la Feria Internacional del Libro en La Paz, que comenzó el miércoles 3 y concluirá el domingo 14 de agosto.
Ella, mujer de espíritu crítico, reflexivo y aventurero, estará tres días en el evento literario más importante del país y luego permanecerá dos semanas más para conocer parte de Bolivia. En la FIL dará el taller Mujeres y Literatura, el 10 y 11 de agosto.
“Tengo muchas ganas de llegar a Bolivia porque es uno de los pocos países de América Latina que no conozco en absoluto, donde nunca he estado”, dice con una voz clara y segura a Página Siete desde España. Añade: “Tengo mucha curiosidad por Bolivia por dos cosas: una, por la altitud, se me hace muy raro un país tan alto, y luego por la enorme presencia de población, cultura y lenguas indígenas”.
Laura Freixas nació en Barcelona en 1958 y confiesa que se siente cómoda en todos los géneros de la prosa. La historia de Laura comenzó con una madre que leía y leía. Con el tiempo descubrió ese mágico mundo de las letras y se fue adentrando hasta mimetizarse con la literatura.
Explica algo de su recorrido literario: “El cuento me entusiasmó mucho de joven. Yo creo que me influyó demasiado, como a toda mi generación en España, el boom latinoamericano, para nosotros fue un hallazgo y junto con el boom descubrimos las posibilidades del género cuento”. Su primer libro de cuentos estuvo influido por aquella tendencia que permitía a la fantasía convivir en el mismo espacio con la realidad.
“Luego lo he ido dejando porque me ha ido interesando más la novela. Ahora lo que me apasiona cada vez más son todos los géneros autobiográficos, me gustan mucho como lectora y también como escritora. Tengo la impresión de que con lo autobiográfico me juego más, o sea me implico más y es por ello más emocionante”, explica.
Pero no se habla de una simple correlación de hechos contados en forma cronológica. “Estoy desarrollando un género en el cual me siento más cómoda, que es la autobiografía, pero escrita con técnicas de novela. Eso es lo que he hecho en mi libro A mí no me iba a pasar y lo que estoy haciendo con lo que escribo ahora”.
Ingresó al mundo del ensayo, el cual también le atrae. “El ensayo está fuera de la literatura en el sentido de que es puramente racional, no tiene el componente estético y emocional que tiene la literatura propiamente dicha; pero me interesan los problemas de mi tiempo, sobre todo los relacionados con las mujeres. Me gusta mucho leer y escribir ensayo, pero para mí también es secundario”.
De esta manera raya la cancha con sus predilecciones y pone en primer lugar a la literatura y lo autobiográfico antes que nada.
Con la irrupción de las nuevas tecnologías, Laura supo acomodarse en este nuevo escenario. Es una tuitera reconocida en su país y muchos suelen hacer comentarios respecto a sus textos, los cuales siempre dejan tela que cortar.
Si en la antigüedad, las mujeres tenían prohibido expresarse... ahora la palabra de Laura causa escozor a algunos sectores de la intelectualidad.
Uno de sus textos ¿Qué hacemos con Lolita? (en referencia a la novela del ruso Vladimir Nabokov, en la cual un hombre adulto se obsesiona con una niña) despertó polémica en España. También ha publicado Cuentos a los cuarenta, la antología Madres e hijas, y tres novelas, Último domingo en Londres, Entre amigas y Amor o lo que sea.
Laura explica que hay un falso afán por intentar mostrar a las feministas como protagonistas de la nueva inquisición. Al contrario ella remarca que su apuesta es la libertad. “Yo lo que reivindico es la libertad de crítica, es decir que no se sacralice la cultura, que no se nos la presente como algo divino, intocable ante lo cual solo cabe arrodillarse admirar y si acaso examinar los aspectos técnicos. Tenemos el derecho y considero que incluso el deber de hacer una crítica ética y política al arte, a la literatura, a la cultura en general. No son cosas que viven en una esfera superior separada de la realidad y completamente ajena a ella”, asegura la mujer que llega gracias a las gestiones de la Cámara del Libro de La Paz.
Freixas es fundadora de la Asociación Clásicas y Modernas, la cual trabaja por la igualdad de género desde 2009. En sus escritos trata temas ligados con el feminismo y obviamente demuestra soltura al hablar de pintura, cine o literatura, entre otras áreas del arte.
Tiene también una idea clara sobre los artistas y su rol con la sociedad. “La libertad del arte debe ir acompañada de responsabilidad. Creo que los artistas harían bien en insistir un poco menos en su libertad individual y un poco más en su responsabilidad social porque la tienen, la tenemos, en la medida en que el arte obviamente influye en la sociedad”, sostiene.
Ella misma suele cuestionarse sobre su rol en el mundo del arte... amén de aquello, una de las cosas que más le atrae es viajar y conocer lugares. Bolivia es el nombre de su nueva ilusión y ella ya está con las maletas listas para llenarlas de recuerdos en tierra nacional.