Calificadora estima que el crecimiento del PIB en 2022 sea de 3,6%
Fitch ve deterioro de economía, pero valora manejo de la deuda
La calificadora de riesgos mantiene a Bolivia en B, pero advierte problemas con la reducción de las reservas internacionales, la importación de hidrocarburos y otros.
La Calificadora de Riesgo Fitch Ratings mantiene la calificación riesgo de Bolivia en “B” y advierte un deterioro en la economía por la baja en las Reservas Internacionales Netas (RIN), por ser un importador de energía y otros indicadores. En cambio, destaca la administración favorable de la deuda pública.
La calificadora también prevé un crecimiento del PIB de 3,6% en 2022 y 2,5% en los próximos años, por debajo de los 5,1% previstos por el Órgano Ejecutivo para este año.
El analista económico Jaime Dunn explicó que la “B” significa que Bolivia es un país de alto riesgo y las inversiones en Bolivia se consideran altamente especulativas y “que está por debajo de grado de inversión”. En cambio, hay países con mejor calificación con una triple AAA como Australia, Dinamarca y Estados Unidos. En la “B”, donde se halla Bolivia, también están Ecuador y otros países de África como Nigeria, Camerún. Más abajo está Argentina con CCC y en el fondo El Salvador con CC.
La calificación más alta que tuvo Bolivia la registró en 2014 a 2015 cuando alcanzó “BB” gracias a la gran cantidad de gas natural que exportaba. Desde ese tiempo la calificación comienza a mostrar señales de deterioro. “Desde ese momento la calificación comienza a mostrar señales de debilitamiento y comienza a bajar. Entre 2018 y 2019 la bajada es mucho más rápida y llegamos a B”, afirmó Dunn.
El informe de la calificadora advierte cuatro “vulnerabilidades” de Bolivia. La primera es que tiene bajas reservas internacionales en relación con la alta dependencia de los productos básicos del país y un régimen cambiario estabilizado; la segunda es un amplio déficit fiscal; la tercera son las débiles perspectivas de crecimiento a mediano plazo; y la cuarta es una “mala gobernanza”.
Para Dunn la calificadora tiene una “gran preocupación” porque Bolivia demostró que es muy dependiente de los precios internacionales y que las RIN se han deteriorado. “Es un país que reemplazó los ingresos de hidrocarburos por más deuda. Los niveles de endeudamiento externo e interno se aceleraron mucho desde 2014. Bolivia tiene esa calificación como un país de alto riesgo, considerado altamente especulativo”.
El reporte de Fitch señala que Bolivia “es un importador neto de energía”.
“Desde abril importamos más combustibles de lo que exportamos. La producción de gas está en declive, y ahí vemos bajas reservas internacionales que se tienen pese al superávit en la balanza comercial”, señaló el experto.
Fitch incorpora la Gobernanza en su evaluación. “Este punto analiza la estabilidad política, el Estado de Derecho y la corrupción. En estos puntos Bolivia obtiene una de las notas más bajas. Ven que en el país hay una estabilidad política relativamente débil, hay un débil Estado de Derecho y un alto nivel de corrupción”, explicó.
El documento de la calificadora da cuenta que el MAS sigue dominando la política local con mayorías en ambas cámaras legislativas. “El país ha evitado la gran inestabilidad desde la agitación de 2019-2020, pero la alta polarización política y las divisiones cada vez más visibles en el partido de Gobierno plantean riesgos continuos y nublan las perspectivas de política a mediano plazo”.
En cambio, la calificadora de riesgos resaltó que la deuda de las administraciones públicas saltó del 44% del PIB en 2019 al 66,7% en 2021. “Fitch espera que continúe aumentando hasta alcanzar el 72% en 2024. El saldo de la deuda sigue siendo favorable, con grandes acciones adeudadas a multilaterales en condiciones concesionarias o al BCB con tasas de interés insignificantes”.
Una nota del Ministerio de Economía resalta este punto. “Fitch destaca la administración favorable de la deuda pública, contratada en su mayoría en términos concesionales con organismos multilaterales. Asimismo, menciona la relevancia de la operación de manejo de pasivos en mercados internacionales realizada en marzo de la presente gestión que permitió mejorar el perfil de vencimientos”.
Fitch prevé que el déficit se reduzca aún más, por debajo de la proyección oficial del 8,5% realizada por el país. “Para materializar esta meta el Gobierno está implementando acciones orientadas a realizar un uso eficiente del gasto”, agrega la nota.
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