La entidad internacional respalda la política cambiaria
Standard & Poor’s mantiene la calificación de Bolivia
S&P señala que una modificación en la política cambiaria afectaría el PIB, subiría la inflación y amenazaría el sistema financiero.
Standard & Poor’s (S&P) mantiene la calificación de riesgo de Bolivia en B, reconoce el papel protagónico de la política cambiaria del país y sostiene que un cambio en esta política podría afectar el crecimiento del producto interno bruto (PIB), aumentar la inflación y amenazar la salud del sistema financiero. Sin embargo, Fitch Ratings dio un informe lapidario sobre la economía boliviana.
S&P puso bajo vigilancia al país debido a la variación de las reservas internacionales netas (RIN), sin embargo, reconoce las acciones llevadas adelante desde el Gobierno nacional como el financiamiento gestionado, pendiente de aprobación en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) que permitirá estabilizar las reservas.
También reconoce la reducción del déficit del Gobierno general; el alivio en el perfil del vencimiento de la deuda, conseguido con la operación de gestión de deuda realizada en febrero de 2022 por el Estado.
“Bolivia tiene alrededor de 800 millones de dólares en propuestas de préstamos multilaterales y bilaterales pendientes de aprobación en la Legislatura. Parte de estos fondos estarían disponibles para fines presupuestarios y ayudarían a estabilizar las reservas de divisas en los próximos meses. Sin embargo, el Congreso no ha logrado aprobar estos préstamos”, dice el informe.
El Gobierno ratifica que las medidas implementadas bajo el mandato del presidente Luis Arce Catacora fomentan el dinamismo de la economía boliviana y el desempeño esperado resultante de varios proyectos de industrialización con sustitución de importaciones en proceso de implementación, como la Planta Separadora de Zinc, el Proyecto del Mutún, la nueva Planta de Fertilizantes NPK, puesta en marcha de la Planta de Biodiésel, la entrada en producción a mayor escala de carbonato de litio y sus concentrados, acompañado de acciones orientadas a realizar un uso eficiente del gasto en la administración pública, buscan contrarrestar vulnerabilidades externas.
Para el 2023, en el Programa Fiscal Financiero (PFF), suscrito entre el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas y el Banco Central de Bolivia, se prevé alcanzar un PIB de 4,8% y que las RIN presentarán una variación positiva respecto a 2022.
El martes, la calificadora internacional Fitch Ratings presentó un informe lapidario de la economía boliviana. Primero, disminuyó las calificaciones de incumplimiento de emisor (IDR) de largo plazo en moneda extranjera y moneda local de Bolivia de “B” a “B-”.
Segundo, pasó la perspectiva de la calificación de Estable a Negativa. Tercero, reveló el uso de los derechos especiales de giro (DEG). Cuarto, reportó la caída de las reservas de gas. Quinto, identificó los riesgos políticos. Sexto, la deuda del Gobierno general se estabilizó en el 66% del PIB en 2022 y la deuda total del NFPS en el 80%, y séptimo, el déficit fiscal. El Gobierno respondió que el informe no consideró las fortalezas de la economía boliviana como la estabilidad económica tras el covid.
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