Filas de hasta 4 horas, el drama por la boleta de impedimento
Decenas de personas que tramitaban la documentación en el colegio Hugo Dávila reclamaron que en el lugar se habilitara una sola máquina.Eduardo Dabdoub / La Paz
“Desde las 8:30 estoy en fila. Ya son las 11:00 y no avanza. He tenido que dejar a mi mamá solita”, contó Estela Huayta, una alteña que por cuidar a su madre enferma en el Hospital Obrero de La Paz no pudo votar en las elecciones judiciales 2017. La mujer se encontraba en una fila de alrededor de 400 personas en el colegio Hugo Dávila, ubicado en Miraflores, para sacar el certificado de impedimento.
La queja fue general. La única máquina del recinto habilitado para la depuración de personas que no puedan votar se encontraba en un costado de la cancha del colegio. Dos mesas con funcionarias sentadas, pero sólo con una que se encargaba de atender las filas, generaron malestar entre todos los depurados que hicieron una fila que zigzagueba alrededor de la cancha, hasta subirse a las graderías de la misma.
Desde allí se escucharon silbidos constantes contra personas que se infiltraban en las filas y por la lentitud de la atención. “Sólo nos habilitaron una máquina y otra computadora para ver si las personas están registradas en mesas. El trámite debería durar menos de un minuto”, dijo Rocío Mónica Alcón, responsable del recinto del colegio Hugo Dávila del Órgano Electoral Plurinacional.
“¿Cómo puede ser posible? La Corte debería tomar previsiones. Tengo que trabajar para volver a Coroico”, reclamó Guido Sardón Ramos, maestro de ciencias sociales en los Yungas. “Hace dos horas he llegado y todavía faltan como 150 personas o más”, protestó el profesor que se quedó en La Paz para realizar trámites de la gestión escolar.
Como en el colegio Hugo Dávila, en Miraflores, hubo otros 13 recintos electorales en los que se podía conseguir el certificado de impedimento. “No somos un pueblito, somos La Paz para que hayan 10 máquinas para todos”, lamentó Juan Carlos Cortez, que esperaba su turno en el Tribunal Electoral Departamental de La Paz.
En este recinto las filas fueron menores, pero no por ello pequeñas. Unas 70 personas giraban la esquina de la cuadra en la que se encuentra la Corte. “Todo estaba rápido hasta que, parece, se cayó el sistema y se acumuló la gente”, dijo Leonardo Miranda, de 28 años, que acompañaba durante una hora y media a su esposa para que obtenga el certificado de impedimento porque se encuentra registrada en Cochabamba.
Cédulas de identidad perdidas, turnos de trabajo alejados de casa, viajes y enfermedades impidieron que la gente pueda sufragar en sus recintos electorales. “Siempre habrá personas que no votaremos por X o Z motivo. No hay previsión. Es la segunda vez que me pasa”, lamentó Silvana Chávez, que esperaba su turno detrás de 25 personas para conseguir su certificado de impedimento. Y entretanto, Huayta ya había dejado a su madre sola en el hospital tres horas antes para buscar el certificado. “Está para largo”, se oyó decir en las filas.
AVISO IMPORTANTE: Cualquier comunicación que tenga Página Siete con sus lectores será iniciada de un correo oficial de @paginasiete.bo; otro tipo de mensajes con distintos correos pueden ser fraudulentos.
En caso de recibir estos mensajes dudosos, se sugiere no hacer click en ningún enlace sin verificar su origen.
Para más información puede contactarnos