El invierno en la Cordillera de Apolobamba
Es una de las cadenas de nevados más vistosas del país, cuyos picos más altos superan los 6.000 metros de altitud.
Alejandra Pau / Apolobamba
El clima extremo y los picos de montaña que llegan a más de 6.000 metros de altitud son parte de la Cordillera de Apolobamba. Su paisaje inhóspito alberga vicuñas, llamas y vizcachas que son las especies más visibles de su vasta riqueza silvestre que convive con la flora de parajes brumosos.
En la Cordillera de Apolobamba, que forma parte de los Andes bolivianos y peruanos, el frío radical del invierno se apropia de todo. El viento casi duele, mientras la paja brava pretende permanecer estoica en las planicies al quedar cubierta por la nieve.
Los nevados Chaupi Orco (6.040 m.s.n.m.), Palomani, Katantika, Cololo, Mita, Cuchillo y Akamani, este último lugar sagrado de la cultura kallawaya, son algunos de los picos más altos de la Cordillera de Apolobamba, que se extiende en territorio boliviano por el noreste del departamento de La Paz hasta la altiplanicie de Guarayos y por el norte del lago Titicaca hasta el departamento de Puno, en Perú.

En la actualidad, las amenazas son producto del cambio climático. El frío extremo pone en peligro a los animales que se quedan sin alimento y perecen en invierno. Lo contrario ocurre en otras épocas del año cuando se evidencia un incremento en la temperatura del área, lo que tiene un impacto en varias especies como los reptiles y anfibios y en la disminución de los glaciares.

Por otro lado, en 2016, la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS) difundió un estudio que revela que alrededor de una treintena de vertebrados del área altoandina de Bolivia puede ser afectada por el calentamiento global, entre ellos la vizcacha, la taruka, el quirquincho, el gato andino, el oso andino y la vicuña.

Si huyen a los resquicios de las rocas no dejan de observar qué es lo que está pasando con los extraños. Al igual que las llamas, soportan temperaturas que descienden fácilmente por debajo de los cero grados.
Saltan, corren y curiosean en medio de la nevada, son animales diurnos y crepusculares. No es extraño que se mimeticen entre las rocas. “La vizcacha es presa de varios carnívoros y aves de presa, pero en particular del gato andino, que es un especialista en la caza de este animal”, destaca la publicación Historia Natural del Valle de La Paz editada por M. Isabel Moya, Rosa Isela Meneses, Jaime Sarmiento y el Museo Nacional de Historia Natural.

En la Cordillera de Apolobamba que en el pasado fue parte del señorío Kallawaya, la nieve se confunde con las nubes que están debajo de los picos más elevados.
A pesar de lo inclemente de su clima, toda el área guarda un equilibrio vulnerable que permite la sobrevivencia de especies amenazadas y en peligro como el cóndor o el gato andino, habitantes sagrados de las culturas andinas.
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