Controversia en la política exterior

La polémica por una declaración sobre Irán y el peso de la ideología en el servicio exterior

Si las declaraciones de Romina Pérez fueron manipuladas, como dice, ¿por qué fue convocada por la Cancillería a La Paz para dar explicaciones? Y, ¿por qué la agencia irání IRNA se pronunció después de cuatro días de que se produjeron estas afirmaciones?

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La Paz - domingo, 16 de octubre de 2022 - 5:00

El confuso y polémico supuesto apoyo de la embajadora de Bolivia en Irán, Romina Pérez, al régimen de ese país, que está violentando los derechos de las mujeres en masivas protestas, ha levantado una tormenta de críticas, una confusión, que según analistas y activistas, pudo ser aclarada con un pronunciamiento claro del Estado boliviano a través de la Cancillería.

Surgen varias dudas en torno a las afirmaciones de la funcionaria: si las declaraciones fueron tergiversadas, como afirma la embajadora, ¿por qué fue convocada por la Cancillería a La Paz para dar explicaciones? Y, ¿por qué el medio aludido, IRNA, se pronunció después de cuatro días de que se produjeron estas afirmaciones?

Si las declaraciones hubiesen sido alteradas, el medio debió publicar una aclaración máximo un día después de lo ocurrido.

¿Habrá presionado el Gobierno de Bolivia a la agencia iraní para que emita una aclaración?

El lunes 10, la embajadora Pérez dijo que “no realizó ninguna declaración de condena respecto a las marchas feministas en Irán”. “En ningún momento emití posición de mi gobierno sobre la situación de Irán”, dijo.

En un video, negó que haya condenado las “marchas feministas” organizadas en ese país y dijo que sus declaraciones fueron manipuladas. En tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores la convocó a La Paz, de inmediato, para que presente un informe.

Y recién el pasado jueves 13, IRNA emitió la siguiente aclaración: “En el texto inicial publicado de la noticia sobre las declaraciones de la estimada embajadora de la República (sic) de Bolivia durante su viaje a Tabriz y reunión con el alcalde de esta ciudad, hubo una interpretación inexacta de las palabras de la embajadora, que la agencia de noticias IRNA lo corrige en esta forma. Se ruega a los usuarios que utilicen este texto como noticia original y precisa”.

En esa nota “aclaratoria”, la agencia iraní titulaba: “La embajadora boliviana: Podemos establecer una casa de amistad Irán-Bolivia”.

Pero el domingo 9, varios medios, entre ellos Infobae y Página Siete, recogieron las declaraciones de Pérez, publicadas por IRNA: “Nuestro gobierno condena los recientes disturbios en Irán, perpetrados por los sionistas británicos y estadounidenses, y estamos seguros de que todos los problemas se resolverán con la solidaridad, el conocimiento y la comprensión del querido líder de Irán”. “La embajadora hizo estas declaraciones en un encuentro con el alcalde de Tabriz que reseñó la agencia oficial del régimen, IRNA”, publicó el portal de Infobae el 9 de octubre.

Las protestas de las mujeres en Irán comenzaron luego de que Mahsa Amini, una joven kurda iraní de 22 años, fue detenida el 13 de septiembre por la policía de la moral en Teherán por supuestamente no respetar el estricto código de vestimenta para las mujeres en Irán, que les obliga a llevar el velo. Murió tres días después en el hospital y su muerte desencadenó protestas en el país y movimientos de apoyo en casi todas las capitales más importantes del mundo.

Para Elizabeth Peredo Beltrán, activista por los derechos de las mujeres, “se trata de la opinión de una representante del Estado y ha habido una buena señal, porque el Canciller la ha convocado, pero lo que no es poco y pone en cuestión sus declaraciones”.

“Lo que no hemos escuchado hasta ahora es un pronunciamiento claro del Estado boliviano sobre lo que está pasando en Irán y quizá eso es lo que hace falta a la sociedad; porque si no, todo queda en la ambigüedad y queda como que en el fondo la embajadora es víctima de una mala interpretación o un uso abusivo de la prensa, pero se debe considerar que Irán es un Estado altamente represivo. Es una situación compleja en la que hace falta un pronunciamiento claro del Estado”, agrega.

En su criterio, un posicionamiento categórico de los Estados, sobre todo de un Estado que habla de despatriarcalización es lo mínimo que se debe esperar.

“Estamos haciendo un pronunciamiento en el que pedimos claridad al Gobierno, eso es lo que se necesita; la embajadora puede decir que han manipulado, pero el Estado tiene que tener una posición clara y salir de los alineamientos por consigna, dogmáticos, que está haciendo Bolivia en su política internacional, en relación a la guerra entre Rusia y Ucrania, al tema de China, Nicaragua, a una serie de Estados que son violadores de los derechos humanos, ya sea de indígenas, minorías o mujeres”, afirma.

Además, critica que Bolivia no tiene una política internacional coherente con los postulados internos y “demuestra un alineamiento acrítico y dogmático; en las Naciones Unidas se vota por consigna, no tiene la capacidad de discernir”.

Y Peredo aclara que el caso de Mahsa Amini no es el único: otra joven de 17 años que estuvo desaparecida durante 10 días fue finalmente encontrada en la morgue de un centro de detención y no han permitido una autopsia ni a la familia darle un entierro digno. “Son crímenes de lesa humanidad contra las mujeres”.

Para Álvaro del Pozo, analista internacional, “las declaraciones de la embajadora, que ella desmintió y dijo que fue descontextualizada, son de apoyo al Gobierno de Irán en un contexto absolutamente contrario a la vigencia de los derechos humanos, y es ahí donde la política exterior de Bolivia no puede negociar. Nos hemos adherido a todos los instrumentos fundamentales desde 1948 y 1966, los dos pactos de derechos humanos y una serie de protocolos que han estructurado esta economía jurídica de protección”.

“Un Estado como el nuestro, que apuesta a la democracia, y que dentro de su propia Carta Magna recoge la igualdad con la mujer especialmente, es una contradicción. Si bien en la sociedad es una lucha permanente y a partir de la Constitución se deben respetar estos derechos, es incoherente una declaración de apoyo a un gobierno que claramente está violentando los derechos fundamentales de las mujeres, incluso llegando a dañar su integridad física”.

“Es una incoherencia profunda y entendemos que la comunidad ideológica que tiene el Gobierno de Bolivia con el de Irán puede servir para otros elementos, pero en cuestión de derechos es innegociable”.

En la misma línea, Erick Kuhn Poppe, diplomático y catedrático universitario, critica la improvisación en el servicio exterior boliviano. “El gran problema es que nuestros representantes en el exterior no tienen idea de cuáles son los intereses y objetivos nacionales, que se reflejan en una política exterior de Estado y la Constitución determina que los derechos humanos y los de las mujeres deben ser respetados. Ahora bien, si a la embajadora se la ha convocado, lo que extraña es por qué la Cancillería no emitió un comunicado respecto a cuál es la posición del Gobierno boliviano en este tema”, dice.

Sostiene que la política exterior “se basa en la ideología, pero se debe entender que un Estado se maneja en política exterior por intereses y objetivos y no sólo por un alineamiento ideológico”.

Nuestro país, “lamentablemente, va contra la corriente; todo Estado tiene derecho de seguir una ideología, pero eso no significa que los intereses nacionales y el prestigio del país se vean afectados por malos funcionarios. Cada palabra que dicen compromete al Estado boliviano”, dice Kuhn.

“No hemos escuchado un pronunciamiento claro del Estado boliviano sobre lo que está pasando en Irán y quizá eso es lo que hace falta; porque si no, todo queda en la ambigüedad”.

“Un hijo varón, Alá,
ten misericordia”

Clama el doctor Al Fay, atrapado en medio de la tormenta junto a su mujer parturienta, peregrinando a La Meca. En coincidencia el judío Ben Ezra, intenta llegar a una clínica en Jerusalén con su mujer en avanzado estado de gestación. Las dos tragedias se juntan en medio del desierto. El médico se conduele del viajante y atiende a su mujer que da a luz un niño.

Casi en seguida, el vientre de Nabila, esposa de Al Fay, expulsa una niña que nace muerta. A 600 millas de la Ciudad Santa, la mujer y el niño judío morirán en medio de la arena. Y la mujer del árabe será repudiada por no parir un hijo varón. El trueque es instantáneo y el niño de ojos azules se convertirá en poderoso heredero de un emirato petrolero. El relato, arrancado de una novela de Harold Robbins, distribuida en La Paz por la librería Difusión, de Jorge Catalano, fue un best seller universal de los años 60, cuando Occidente empezó a redescubrir el mundo árabe.

Punto de vista

En la pasada Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el presidente Luis Arce daba cátedra y recomendaciones al mundo sobre Despatriarcalización para eliminar la violencia contra las mujeres (Bolivia es uno de los países con un alto grado de violencia contra las mujeres y la tasa de feminicidios crece día a día); dos semanas después, su amistad con Irán, pero sobre todo, la falta de empatía y solidaridad de su representante (Romina Pérez) muestran su verdadera política de Estado contra la igualdad de género y la no violencia contra las mujeres; es una bandera de la cual tratan de apropiarse; pero su accionar los desenmascara.

La muerte de la joven de 22 años Mahsa Amini, tras ser detenida por la “policía de la moral” en Irán, ha desatado protestas sin precedentes a lo largo del país islámico, protestas que se han generalizado en el mundo a través de manifestaciones de mujeres cortándose el cabello en actos públicos, como un acto de apoyo y sororidad con lo ocurrido.

La embajadora Romina Pérez y el Gobierno boliviano fácilmente se desentienden diciendo “en ningún momento emití posición de mi gobierno sobre la situación en Irán, en el marco del respeto a la no injerencia y a la soberanía, que es pilar fundamental de la política exterior boliviana” no condenan la violencia. Yo me pregunto, ¿este Gobierno no se jacta de ser el Gobierno del cambio? ¿Defender a los más vulnerables? ¿Ser el Gobierno de los valores democráticos y las luchas sociales?

Adicionalmente, las declaraciones de la embajadora boliviana en Irán, se publicaron justo en la conmemoración del Día de la Mujer Boliviana, provocando la indignación de la población en general. No es posible aceptar que se mire para otro lado ante semejante violencia, para no incomodar a las amistades políticas del MAS.

Al final este lamentable accionar muestra la lógica del Gobierno boliviano de amigos/enemigos, esa doble moral discursiva donde, si tu amigo comete crímenes de guerra como Rusia o arremete contra los derechos humanos de las mujeres como Irán, debes quedarte callado porque es tu amigo, o incluso ir un paso más allá y defender la barbarie.

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