Historia
El Perú del siglo XIX y el Perú actual
La propuesta de esuna“república”, no se limita al actual territorio peruano, sino que alcanzaría parte de Bolivia y el norte de Chile.
Desde que la presidenta peruana Dina Boluarte fue posesionada en diciembre de 2022, murieron en ese país más de 70 personas, se reportaron 1.200 civiles y 500 policías heridos, además de otros cientos de manifestantes detenidos, durante las manifestaciones antigubernamentales que estallaron sobre todo en el sur peruano, en los primeros meses de este año.
El conflicto político derivado de la salida del expresidente Pedro Castillo, adquirió un fuerte tinte de protesta cultural contra el norte peruano y sobre todo contra el centralismo limeño, tan desarrollado y “privilegiado” en relación con la selva y la sierra. Sobre todo, la contradicción se hace nítida entre Lima “la horrible”, como decía el poeta César Moro (Alfredo Quíspez-Asín Mas), contra los provincianos, especialmente de los departamentos sureños. No debemos olvidar que el 80% de habitantes de Lima son migrantes provincianos, habitantes de barriadas en extremas condiciones de pobreza.
Hoy, el Perú se divide en tres regiones bien diferenciadas: costa-selva-sierra, con fuerte preeminencia económico social del centralismo limeño, lo que ha originado debates sobre procesos de descentralización con creación de macrorregiones que equilibren el desarrollo, sobre todo de la sierra.
Incluso se conciben proyectos de Estado desde el sur peruano, como el perfil de una “república” integrada por los departamentos andinos o amazónicos de Arequipa, Ayacucho, Apurímac, Cusco, Madre de Dios, Moquegua, Puno y Tacna, los nueve departamentos del denominado Sur Grande del Perú. Con casi ocho millones de habitantes, estos departamentos cuentan con puertos sobre el Pacífico, recursos importantes derivados de la minería y del turismo, con una fuerte presencia quechua y aymara. Y es en esta región sur en la que se establece un importante polo estratégico y geopolítico por su cercanía con Brasil, Bolivia y Chile.
Pero la propuesta de esta “república”, no se limita al actual territorio peruano, sino que alcanzaría parte de Bolivia (sobre todo, la región aymara de La Paz) y el norte de Chile. Estas ideas fueron discutidas en el llamado Primer Encuentro Macroregional del Sur, realizado en Arequipa el 28 de diciembre de 2022. La idea desde el sur peruano es socializar la propuesta, propiciar una suerte de referéndum donde la ciudadanía decida, o finalmente introducir cambios en la Constitución a través de los debates que surjan de una Asamblea Constituyente.
Sopesando más los contras de esta propuesta, por demás quimérica, se debe señalar, sin embargo, que existe mucha fuerza histórico-cultural entre el sur peruano y nuestro país. No olvidemos que el primer gran caudillo boliviano fue el Mariscal Andrés de Santa Cruz, que con su personalidad y una monumental obra de diez años, construyó la Confederación Perú Boliviana (1836-1839), que nos unió políticamente con los peruanos.
Santa Cruz, el “Cóndor Indio” fue presidente del Consejo de Gobierno del Perú entre 1826 y 1827 y fue titulado Gran Mariscal de Zepita por el propio gobierno peruano, amén de ser supremo protector de la Confederación, con amplios poderes y con atribuciones de “salvador” del caos que reinaba en Perú.
La famosa Confederación Perú Boliviana, un armazón político que prácticamente fusionó a las nuevas repúblicas de Perú y Bolivia, estaba conformada por Bolivia y por dos estados peruanos, el Norperuano y el Surperuano.
Las razones que justificaron la Confederación y el surgimiento de los dos estados peruanos fueron geográficas, históricas, económicas y hasta antropológicas y se remontaban cientos de años en el tiempo. Sin duda, bajo esta lógica, el Estado Surperuano, está más relacionado con el ande y la cuenca lacustre del Titikaka y por ende más cercano a la Audiencia de Charcas.
El Estado Norperuano y el Estado Surperuano, surgieron de la división de la República Peruana, a causa de la Guerra civil de 1834 y el enfrentamiento militar entre el joven Felipe Salaverry y el Mariscal Santa Cruz.
A la experiencia de la Confederación Perú Boliviana, como primer antecedente de la dicotomía geográfico-cultural peruana, se suma también la derrota en Ingavi (Viacha) del Ejército peruano del presidente Agustín Gamarra en 1841. Ante la victoria y la muerte en el campo de batalla de Gamarra, el Ejército de Bolivia, al mando del general José Ballivián, ocupó las provincias peruanas de Moquegua, Puno, Tarapacá, Tacna y Arica. Para ese entonces, pobladores y vecinos de esas regiones comunicaron a las tropas bolivianas y al propio Ballivián, su deseo de que Bolivia anexione esos territorios en virtud al derecho de guerra de la época.
No obstante, este deseo ciudadano, la ocupación boliviana no era de interés de Ballivián, además que generó resistencia armada por grupos irregulares peruanos, lo que impidió sobre todo que el puerto de Arica sea parte del territorio nacional. Ballivián, luego de la confrontación con Perú, planteó políticamente la integración de Arica, esta vez bajo oferta de diez millones de pesos; sin embargo, su ofrecimiento fracasó.
Para 1845 y 1846, la política interna boliviana, bajo el Mariscal Ballivián insistió en la posibilidad de incorporar los departamentos peruanos de Moquegua y la costa de Arica. Al parecer, Ballivián reflexionó muy tarde sobre la importante po1sibilidad de ganarse territorio, es así, que en enero de 1845, envió a Lima, al representante argentino Domingo del Oro con el propósito de tomar contacto con los allegados del Mariscal Santa Cruz y sondear la posibilidad de incorporar Tacna y la región del sur a Bolivia.
Luego de su raid por Perú, Del Oro aconsejó a Ballivián, postergar indefinidamente esta idea, pues la población y el propio gobierno peruano, se convencieron de la defensa total de su territorio ante cualquier pretensión boliviana o de otro Estado. Luego de la importante victoria de Ingavi, el tiempo de una posible anexión del sur peruano, a favor de Bolivia había pasado irremediablemente.
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