Cine
Los Danieles de Todo en todas partes al mismo tiempo
Los gestores de la película ganadora del Oscar crearon un festín visual y no rehuyeron el factor grotesco; su amor por las cosas raras los llevó a trabajar juntos.
Daniel Scheinert y Daniel Kwan son los creadores de Todo en todas partes al mismo tiempo, el disparatado filme que presenta dedos en forma de perros calientes y rocas abrumadas por las emociones y que se llevó el premio Oscar a la mejor dirección.
Mezcla de película de acción, comedia familiar y relato de ciencia ficción, este largometraje en el que la dueña de una lavandería descubre la existencia de universos paralelos impulsó al firmamento de Hollywood a “Los Danieles”, como se conoce a los dos treintañeros.
Ambos se llevaron la codiciada estatuilla venciendo al legendario Steven Spielberg (Los Fabelman), así como a Todd Field (Tár), Martin McDonagh (Los espíritus de la isla) y Ruben Ostlund (El triángulo de la tristeza).
Scheinert agradeció el domingo a sus padres “por no aplastar” su creatividad cuando hacía “películas de terror inquietantes o películas de comedia pervertidas”.
Kwan agregó: “Hay grandeza en cada persona. No importa quiénes sean. Cada uno tiene un genio que está esperando para estallar. Solo necesita encontrar a las personas adecuadas para desbloquear eso. Muchas gracias a todos los que han desbloqueado mi genio”.
Por Todo en todas partes al mismo tiempo, los Danieles también ganaron el Óscar a mejor película, como productores, y el Óscar al mejor guión original.
El filme es apenas el segundo largometraje del dúo, que esta temporada de premios en Hollywood se llevó a casa el principal galardón del Sindicato de Directores (DAG) y los Spirit Awards del cine independiente en las categorías mejor película, mejor director y mejor guión.
Con un presupuesto de unos 25 millones de dólares, Todo en todas partes al mismo tiempo se convirtió en un gran éxito de boca en boca desde su estreno en 2022, con una recaudación mundial de más de 100 millones de dólares y siete de los 11 Óscar a los que estaba nominado.
Cuenta la historia de Evelyn Wang, una inmigrante china interpretada por Michelle Yeoh que tiene una lavandería en Estados Unidos y afronta varios frentes: su marido con el que está a punto de divorciarse, su hija lesbiana deprimida, sus problemas con el fisco y la visita de un padre intransigente.
Pero, de repente, todo cambia: la matriarca exhausta es catapultada al rango de elegida, en la que reposan las esperanzas de miles de mundos paralelos amenazados por una fuerza maligna.
“Es como si mi madre estuviera en The Matrix”, dijo Kwan, de ascendencia china, al diario New York Times el año pasado.
Un festín visual
La exploración de este multiverso, donde Evelyn descubre las mil vidas más brillantes que pudo haber tenido, sirve de base a una conmovedora reflexión existencial, intercalada con una avalancha de escenas delirantes.
Los Danieles crearon un festín visual y no rehuyeron el factor grotesco.
Scheinert bromeó en el estreno de la película en el festival South by Southwest en Texas, diciendo que contenía “todas las ideas a las que Rihanna dijo que no a lo largo de los años”.
Los Danieles tomaron una clase de animación 3D en el Emerson College en Boston, pero no parecían destinados a una mutua colaboración. Scheinert, que venía del mundo del teatro de improvisación, era estudioso, y Kwan, hijo de inmigrantes, era más introvertido y sufría de déficit atencional.
Pero tras un festival de teatro de verano en Harvard en 2009, su amor por las cosas raras los llevó a trabajar juntos. Su éxito precoz con videos de formato corto llamaron la atención en la plataforma Vimeo. “Internet nos dijo que fuéramos un dúo”, dijo Scheinert a la revista Rolling Stone.
En la década de 2010, empezaron a dirigir videos musicales, trabajando con grupos estadounidenses como Foster the People y The Shins, antes de causar sensación con el alocado clip de Turn Down for What de DJ Snake y Lil Jon en 2013.
Las alocadas ideas de los Daniels llegaron a la gran pantalla en 2016, con Un cadáver para sobrevivir, un filme sobre la improbable amistad entre un cadáver que no puede dejar de tirarse pedos (Daniel Radcliffe) y un náufrago suicida (Paul Dano).
Con Todo en todas partes al mismo tiempo, el matrimonio de farsa y drama floreció.
“Estamos lidiando constantemente con la comedia, la tragedia, la confusión y la ira, todo al mismo tiempo”, afirmó Kwan a Rolling Stone. “Se parece mucho a ir por las redes sociales y ver gente hablando de alguien que muere justo al lado de alguien que publica un video extraño de un gato bailando”.
Animados por el éxito de Todo en todas partes..., los dos directores firmaron en agosto un contrato de cinco años con el estudio Universal Pictures y esperan seguir sorprendiendo al público.
“Podríamos intentar hacer algo realmente pequeño”, dijo Kwan en el New York Times. “Todo lo contrario de esta película, solo para decepcionar a todos nuestros nuevos fanáticos”.
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