Los pobladores de Juntuma señalaron que tuvieron que pedir ayuda de las demás comunidades de Achocalla, porque los avasalladores se resistían a ser desalojados.
El padre del niño que falleció señaló que la familia del chofer que protagonizó el accidente no le brindo ayuda y que por el contrario se acercó a él con la intención de llegar a un “desistimiento”.