Washington / AFP
Los recién nacidos deberían dormir en una cuna en el dormitorio de los padres para reducir los riesgos de mortalidad relacionados con el periodo de sueño, como el síndrome de la muerte súbita del lactante, según las nuevas recomendaciones de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP).
Esta práctica debe realizarse al menos durante los seis primeros meses, e incluso extenderse hasta el año de edad, precisó la asociación médica, que señaló que poner al bebé a dormir en la habitación de los padres reduce hasta en 50% el riesgo de muerte súbita.
El informe se presentó en la conferencia anual de AAP, en San Francisco (California), y se publicó en internet en la revista médica Pediatrics. Se trata de la primera actualización de las recomendaciones de la AAP desde 2011 para crear un entorno de sueño más seguro para los lactantes.
"Sabemos que los padres pueden verse superados por la llegada al mundo de un niño y queremos proporcionarles una guía clara y sencilla sobre la forma y el lugar para dormirlos”, explica Rachel Moon, principal autora de las recomendaciones.
Cerca de unos 3.500 bebés mueren en su cama cada año en Estados Unidos, debido especialmente al síndrome de muerte súbita del lactante. El índice de mortalidad de los recién nacidos disminuyó en la década de 1990 tras el lanzamiento de una campaña nacional para mejorar su seguridad durante las horas de sueño, pero luego se estancó.