En la actualidad cuenta con algunos de los terrenos más caros

San Miguel: de urbanización a centro socioeconómico del sur

Las primeras familias se mudaron en 1967. En ese entonces no era un barrio, sino una vecindad en medio de Calacoto destinada para familias jóvenes de clase media.

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La Paz - domingo, 04 de junio de 2023 - 5:00

En 1967 comenzaron a llegar las primeras familias. Se instalaron en casas diseñadas siguiendo el modelo de los suburbios estadounidenses: construcciones de una planta con dos jardines, uno frontal y uno en la parte trasera, ideales para un grupo de cuatro a cinco personas y que se convirtió en el símbolo de la Urbanización San Miguel, de Calacoto.

$!Una de las primeras familias que se mudó a la flamante zona.

Esos primeros habitantes no se imaginaron que, más de cinco décadas después, sería uno de los barrios mas importantes de La Paz y el centro social y económico de la zona Sur.

“Rápidamente la gente comenzó a ver la zona como un punto clave, incluso para los barrios aledaños. Sus esquinas y algunas de sus construcciones son puntos de encuentro; tiene una oferta excepcional de cafés, galerías de arte y comercios de ropa y otros productos”, comentó Alejandro Palomeque, de la junta de vecinos del barrio.

$!San Miguel en la actualidad presenta un perfil irregular con los edificios cada vez más altos.

En las casi dos hectáreas de superficie se encuentran algunos de los terrenos más caros de la ciudad. Según apreciaciones de la junta de vecinos, un lote estándar, con casa incluida de 240 metros cuadrados, se puede vender hasta en 500 mil dólares.

“Sabemos que hay terrenos sobre la (calle) 21 (de Calacoto) que llegaron al millón de dólares”, indicó Juan Carlos Barrientos Mercado, uno de los primeros vecinos y también uno de los arquitectos que trabajó en el proyecto en la década de 1960.

$!San Miguel en los años 60, fotografiado desde las serranías.

Una gran diferencia al costo original de las casas, ya que en 1968 costaban 8.900 dólares, que al ajustar sobre la inflación ahora equivaldrían a 70.000.

Es que el barrio nació de una iniciativa propiciada por la entonces buena relación entre Bolivia y Estados Unidos. A principios de esa década, el Gobierno de la potencia inició un plan para colaborar con naciones en desarrollo exportando conceptos de bienestar y prosperidad.

$!El plano original de una de las casas construidas en el barrio.

Uno de éstos fue el de la creación de suburbios para trabajadores de clase media. De hecho, según documentos que un investigador chileno encontró en la Universidad de Wichita, los diseños de las casas eran similares a los que aún se pueden ver en las comedias familiares de la industria de Hollywood.

“Fueron los vecinos los que decidieron levantar las rejas alrededor de los jardines delanteros” recordó Susana Cabezas, una de las vecinas.

$!Vista de una de las calles de la urbanización, empedrada.

No es un barrio grande y tiene los límites bien definidos. Actualmente San Miguel abarca desde la calle Julio C. Patiño hasta la avenida Costanera y de la calle 21 de Calacoto (ambas aceras) hasta la 16 de Calacoto.

Uno de sus atractivos es su forma particular, marcada por la avenida Montenegro: forma un óvalo casi cerrado. Esto se debe a que antes de siquiera nacer la iniciativa, en esa zona estaba el Hípico del Jockey Club.

Fue idea del arquitecto que lideró el proyecto, el estadounidense Ted Atha, de mantener el circuito de la pista de carreras.

$!Representantes de la agencia Usaid durante la construcción

“Eso fue a propósito. Cuando comenzó el proyecto, gracias a las gestiones de Mutual La Primera junto al proyecto Hogares Bolivianos —financiado por World Homes y Usaid— se decidió mantener la forma y atravesarla con una calle central (Claudio Aliaga). Esto obliga a los vehículos a reducir la velocidad, ideal para una zona familiar”, agregó Barrientos.

$!El Hipódromo del Jockey Club de La Paz, antes de ser barrio.

No fue lo único que se conservó del hipódromo: las graderías del público se conservaron, como parte del complejo deportivo entre la calle Pankara y la Montenegro hasta 2016, año en que la Alcaldía entró en el predio para construir un centro social y cultural que nuca se concretó.

Barrientos contó que cuando llegaron los primeros vecinos, la única tienda cerca estaba en la calle 8 de Calacoto. Sheila Morales, quien llegó al barrio con meses de edad y que, en 2005, regresó a la misma casa donde vive ahora, recordó que desde que tiene memoria el barrio era tranquilo y seguro, mientras que Palomeque, que lleva 48 años en la zona, mencionó que “los niños eran amos y señores de las calles” del barrio del sur de La Paz.

No se mantuvo así por mucho tiempo. Rápidamente, al incrementarse las construcciones, aparecieron comercios de abarrotes, en donde ahora es el Centro Comercial San Miguel, seguido de ropa (Centro de Moda) y otros. Los vecinos comenzaron a modificar las casas, aumentando plantas o expandieron las construcciones.

Ya en la década de 1980, y sobre todo en la de 1990, San Miguel “explotó”. Tiendas y locales de distintos tipos que antes se encontraban en la parte externa del barrio ingresaron a los bloques. Locales como el legendario Capotraste animaron las noches de la zona Sur.

Sin embargo, estos cambios también trajeron problemas. “Una serie de alcaldes durante las dictaduras fueron quitando partes del barrio, por lo que nos quedamos sin un área verde”, lamentó Barrientos.

Asimismo, el cambio de uso incrementó la altura de edificios, lo que arruinó el paisajismo de la zona. Pero sus vecinos fieles todavía consideran San Miguel como el mejor de la ciudad.

$!San Miguel: de urbanización a centro socioeconómico del sur
1967
las familias
comenzaron a mudarse a las nuevas casas construidas en la urbanización.
9.000
dólares
en 1967 era lo que costaba el terreno estándar de 240 metros cuadrados.

Alcantarillado y cemento, los problemas

Debido a la construcción de edificios, que superan las siete plantas, y de una gran actividad comercial, los habitantes de la zona se cuadruplicaron, lo que provoca serios problemas con el alcantarillado.

“La red está colapsando en varios bloques. Hay casas que tienen problemas debido a las aguas servidas y en las calles se pueden ver bocas de tormenta rebalsando con porquería”, advirtió Sheila Morales.

Una de las causas es que nunca hubo trabajos en profundidad para renovar y mantener el alcantarillado. Como dicen los vecinos, se permitió la expansión de las construcciones sin fijarse si los servicios llegaban a todos.

A esto se suma las necesidades especiales de restaurantes y cafés. La grasa de las cocinas causó más de un incidente de taponamiento.

En segundo lugar está la destrucción del campo deportivo, que privó al barrio de un lugar necesario de esparcimiento. “Se aprovecharon de un documento con el que una anterior directiva cedió predios a la Alcaldía, algo que no podían hacer. Ahora no tenemos ese espacio que era de los copropietarios”, informó Alfredo Morejón, presidente de la junta de vecinos.

Ahora, la Alcaldía busca dar en concesión el terreno para ofrecer un centro que “beneficie” al barrio. Pero los vecinos indican que no se les consultó y lo que ellos quieren y necesitan es que se levante un área verde.

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