El desarrollo no significa destruir y afectar la naturaleza, porque es la base de sustento vital de los seres humanos; por eso el nuevo Estado que se conforme a partir de que el gobierno de Evo Morales termine incluirá en su diseño y funcionamiento la creación de una "defensoría de la naturaleza”, se propone en la Agenda 21F elaborada por un movimiento ciudadano.
"A la Defensoría del Pueblo habrá que añadir una Defensoría de la Naturaleza que garantice el cumplimiento de la normativa ambiental”, indica la Agenda 21F al sostener que Bolivia debe asumir este tema una vez que el Movimiento Al Socialismo (MAS) termine su gestión de Gobierno.
Este grupo ciudadano considera que la dimensión ambiental debe ser parte del Estado y de la presencia de éste en políticas nacionales de desarrollo, incluyendo las económicas.
La Agenda 21F propone que a los derechos individuales y colectivos se deben añadir ahora los "derechos” de la naturaleza para que tanto el Estado como la sociedad respeten los límites biofísicos y la capacidad de regeneración de los ecosistemas. Es decir, se considera que la naturaleza tiene "derechos”, los que también corresponde defender y no sólo el catálogo de derechos humanos reconocidos por la Constitución Política del Estado (CPE). La decisión gubernamental de construir una carretera que parta en dos el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS) genera polémica sobre el medioambiente.