
Pluri_multi
Alasitas, cultura fenicia
Sebastián de Segurola, gobernador de La Paz que luchó contra los Kataris hace siglos, no tenía la mínima idea, -mínima por lo del tamaño Ek’eko-, del relajo que iba a crear durante siglos al comenzar con la Feria de las Alasitas; ésta quiere decir “comprame”, así sin acento, ella es la radiografía más profunda del andino que quiere vender todo, de ese andino que tiene alma fenicia y, por ello, posee un chip de velocidad comercial para vender todo. La prueba es El Alto de La Paz y la propia hoyada que se han convertido en mercados de grandes proporciones. Es que en Bolivia no hay que producir, no tiene sentido, menos ahora con el tipo de cambio fijo, lo que hay que hacer es vender y vender.
El Eke’ko de las Alasas, aunque protesten los bolivianos, es andino, es decir, también es peruano o chileno, de tierras donde hay habitantes de los Andes. Desde sus orígenes ya era intercultural, -no cocalero-, podía tener vestimenta de campesino o ir trajeado de levita. No es necesario que los ministerios de cultura pierdan su tiempo diciendo que el Ek’eko es solamente boliviano, esa es una falacia, nacionalista y chauvinista, pues el dios de la abundancia es de todos los países andinos. Otro tanto pasa con la música folklórica, la morenada, el t’inku, la llamerada o la kullawada, son también andinas, de varios países y no solo de Bolivia, tan es así que en Arica y en Antofagasta los chilenos, en las fiestas de la Tirana -esto no tiene nada que ver con la esposa de Pinochet- bailan hasta ritmos del oriente como los tobas, será una exageración, pero así sucede.
Durante muchos años en Alasitas se han vendido certificados de matrimonio, aún se resiste, por ser muy conservador, a vender certificados de divorcio; pero una de sus especialidades es vender títulos universitarios, que bien podía haber comprado el ex Visex que tan necesitado estaba de ese cartoncito. Pero, también se vendían soldaditos de plomo, que el propio Mambrú-ex Visex pudo haber comprado para hacer su guerra contra los movimientos ciudadanos -pititas les dicen ahora- que lo tenían atormentado. El ex-Jefazo, más realista, compraba cubanitos, venezolanitos, mexicanitos para que nadie se oponga a la re-re-elección. Pero, el Ek’eko no le hizo caso, fumó tranquilo su Astoria o Sucrense y miró a otro lado.
Muchos clientes del Ek’eko le compran gallinas, sin aclarar si quieren esposa o solamente una mejor vida; pero, hay varias muchachas que compran gallo, pero no del MIR, porque éste ya está devaluado y es casi inexistente. Centenas de personas se compran sus casitas o terrenitos, pero los loteadores no comprarán nada porque ya tuvieron arreglos con las autoridades anteriores para apropiarse de áreas públicas; tampoco las Loritas comprarán nada, pues hace años que ya han construido en demasía. Al Eke’ko le han aconsejado que venda certificados de absolución de pecados, pues las autoridades del MAS los necesitan para que les absuelvan de todas las corrupciones que han hecho en más de una década. Dice que la Gabriela Zapata insistirá, se comprará otra wawita para enamorar al Jefazo o a otro que tenga viabilidad de darle favores. Un amigo me dijo que el llamado “camión”, asociado al hermanito del ex Visex, comprará certificado de propiedad del Hotel Las Américas porque ahí comenzó a hacerse las Américas. Con certeza que en este 2023 habrá centenas de desesperados que se comprarán certificados de vacuna aunque no tengan intención de vacunarse. Muchos migrantes venezolanos comprarán visa a Estados Unidos. Pero ya nadie quiere comprarse el certificado de proceso de cambio, porque éste se ha “estido”, sin embargo, uno que otro cooperante vikingo, holandés, sueco o danés se los comprarían, pues todavía creen en los “indígenas” y cocaleros productores de clorhidrato; los que no tendrán duda de comprarse ese certificadito, serán algunos funcionarios de Naciones Unidas, en especial, los que siguen usufructuando del proceso cambio.
La modernidad la impondrán los varios grupos de los movimientos LGBT que se han empeñado en que el Ek’eko venda carnets de identidad pequeñitos, sin aclarar el sexo; también impondrán la moda de certificados de matrimonio para personas del mismo sexo. Así avanza el mundo, si el Ek’eko no se aggiorna, puede desaparecer. Capaz, no en 2023.
necesario que los ministerios de cultura pierdan su tiempo diciendo que el Ek’eko es solamente boliviano
En caso de recibir estos mensajes dudosos, se sugiere no hacer click en ningún enlace sin verificar su origen.
Para más información puede contactarnos