
El sector informal en una etapa del desarrollo
Este artículo hace referencia al subsector informal urbano que no se encuentra en el ámbito de delitos penales. El sector informal rural está esencialmente constituido por campesinos por cuenta propia al cual se hará referencia en otro artículo. Convencionalmente, los trabajadores son informales cuando no tienen seguros de corto ni largo plazo y no tienen los registros que la ley obliga a las actividades económicas. La mayor parte de trabajadores independientes son informales, pero también hay trabajadores informales entre los asalariados.
Preocupan los trabajadores informales porque trabajan en condiciones precarias, sin seguros, con ingresos bajos e inestables, con poco acceso al crédito, atraso tecnológico, con pocas probabilidades de acceder a los mercados externos. Preocupan también porque forman un contingente numeroso de trabajadores con potencialidad productivo subutilizada.
La segmentación del mercado de bienes y servicios, consecuente a la desigual distribución de ingresos, explica de la siguiente forma la creación de puestos de trabajo en el sector informal: los consumidores de menores ingresos demandan bienes y servicios de precios moderados. Estos pueden ser ofrecidos por trabajadores con pocas habilidades laborales y gastos operativos reducidos (impuestos, alquileres de puestos fijos, seguros, etc.). Son los que forman el sector informal laboral y empresarial. También contribuye a explicar la existencia del sector informal las disparejas posibilidades de participar en el mercado de capitales asociadas a diferentes formas de discriminación (por género, por cultura, por edad, por falta de patrimonio, etc.). No es por casualidad, que una buena parte de los trabajadores informales sean mujeres y/o de origen indígena. Finalmente, se recordará que en los años ochenta, el gobierno expulsó del sector formal minero al informal a más de 20 mil trabajadores, concediéndoles muchas ventajas, pero después se olvidó de ellos.
El sector informal es parte del panorama general del desarrollo. Todos los países del mundo han pasado por esa etapa. En Europa, predominaban empresas y trabajadores informales hasta antes de la segunda guerra mundial. Con alguna ingenuidad, observadores no advertidos sueñan que los trabajadores informales de Bolivia deberían ser obreros con uniforme como los de la Volkswagen alemana.
En esta etapa del desarrollo, el sector informal cumple importantes funciones, entre éstas la de proveer bienes y servicios a bajo precio para la gente de menores ingresos (aunque no solamente para ellos). Ofrece servicios, como el de arreglo de zapatos, de muebles, etc., que no hay en el sector formal y que son utilizados por las familias de ingresos bajos o moderados. Por otra parte, la población rural migrante hacia áreas urbanas encuentra en el sector informal un espacio apropiado para iniciar su incorporación laboral por sus pocas exigencias tecnológicas. También facilita el trabajo de las mujeres porque sus horarios flexibles permiten conciliar el trabajo fuera de la casa con tareas domésticas.
Desde diferentes ángulos se critica la actitud de tolerancia de las autoridades por la reducida tributación de estos sectores. Pero si se toma en cuenta que reciben pocos beneficios del estado, se puede admitir que existe un equilibrio entre lo que tributan y lo que reciben.
La separación entre sectores formal e informal no es total ni estática. En sus diferentes dimensiones, tienen espacios comunes. La población de los estratos de ingresos medios o elevados demandan bienes y servicios de las unidades de producción y de comercio, formales e informales, pero más de las primeras. Lo propio ocurre con la población de bajos ingresos. Por su parte, las empresas formales recurren a contratar trabajadores informales o subcontratar empresas informales. A su vez, las empresas informales compran insumos de las empresas formales.
El sector informal muestra más dinamismo, creatividad e innovación que el sector formal, y se adapta con rapidez y facilidad a distintas funciones o situaciones. Por ejemplo, es digna de mención la forma rápida y eficiente con que aseguró la provisión de alimentos durante la pandemia del COVID, algo que no pudo hacer el sector formal. Evitando una valoración, es interesante también señalar que el sector informal se ha apropiado del mercado de electrodomésticos de origen chino haciendo viajes de negocios al gigante asiático, algo que no pudo realizar el sector formal.
Se puede concluir que los sectores informal laboral y empresarial son importantes pilares del desarrollo. Las políticas públicas hacen mal en ignorarlos, incluso en combatirlos, cuando deberían ayudarlos a mejorar sus rendimientos y a acceder al capital.
concluir que los sectores informal laboral y empresarial son importantes pilares del desarrollo.
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