
Ágape
Medioambiente en Bolivia: un mundo al revés
Este lunes el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, indicó que los incendios forestales recientes se deben, entre otras cosas, al “protagonismo de algunos guardaparques inescrupulosos”. En este mundo al revés, donde las autoridades e instituciones que deberían proteger las áreas protegidas de Bolivia (valga la redundancia) son más bien quienes las negocian y explotan, vemos cómo funcionarios del gobierno continúan empujando los límites de lo absurdo ahora acusando a guardaparques que trabajan bajo persecución del mismo Sernap de iniciar los incendios que estos mismos guardaparques luego intentan apagar sin recursos ni apoyo del gobierno central. Adiós a la lógica. Que estas acusaciones se den el mismo mes que un cabildo de mineros cooperativistas demanda la renuncia del ministro de Medio Ambiente y Agua por no conceder las licencias ambientales que demandan, muestra que dentro de toda la conflictividad que vive el país, nuestras áreas protegidas y biodiversidad siguen siendo las mayores víctimas de nuestro débil gobierno y fracturada sociedad.
Tan solo tres días antes de las declaraciones del viceministro Calvimontes, la Asociación Boliviana de Agentes de Conservación y Guardaparques (Abolac) envió una carta al ministro de Medio Ambiente, Juan Santos Cruz, rechazando entre otros la “persecución maliciosa que ejerce la dirección del Sernap en contra de los jefes de protección y guardaparques”. En dicha misiva se declararon en emergencia ante las amenazas recibidas de parte del gobierno y falta de recursos para efectuar su trabajo. Las declaraciones de Calvimontes ilustran y validan esta carta, al demostrar que el gobierno central no sólo no provee a los guardaparques lo correspondiente para ejecutar su trabajo, sino que los ataca de forma pública. Recalco: En el mundo al revés que vivimos quienes verdaderamente protegen al medio ambiente dentro de instituciones gubernamentales que existen para proteger al medio ambiente, se vuelven enemigos del partido del MAS.
Un reporte reciente publicado en Página Siete titulado “El saqueo del oro boliviano: privadas chinas se ocultan tras cooperativas” ilustra los incentivos económicos y hasta políticos detrás de este mundo al revés a la perfección. Como lo veníamos denunciando distintos activistas medioambientales, compañías chinas usan a las cooperativas mineras de fachada para extraer el oro de nuestros ríos, generando grandes ganancias económicas para dichas empresas chinas y destruyendo selva virgen, ríos y territorios indígenas. Según indica el reportaje, estas compañías chinas pagan un porcentaje mínimo a las cooperativas que obtienen el permiso del gobierno para operar, mientras que ganan hasta un 75% del valor del oro extraído sin siquiera tener que pagar los impuestos correspondientes.
Lo interesante de estas operaciones ilícitas es la gran cantidad de compañías vinculadas al Partido Comunista Chino (PCC) que operan de forma impune en nuestro territorio. El reportaje indica que los periodistas evidenciaron maquinaria operando de China National Heavy Duty Truck Group Co, LiuGong, Sinotruck Group, y Detank entre otros - todas estas entidades pertenecientes al Gobierno Popular de China o miembros de sus directivos. ¿Por qué se les permite operar con tanta impunidad? Quizás la respuesta se encuentra en que la deuda externa bilateral más grande del gobierno boliviano es con la República Popular de China. Una vez más el mundo al revés: con el conocimiento y autorización del partido del MAS que dice ser izquierdista, el Partido Comunista Chino es el mayor beneficiario de la minería extractivista de oro en Bolivia, ejecutando con sus compañías la explotación y contaminación de naturaleza y territorios indígenas en nuestra Amazonía.
El hecho de que las instituciones del gobierno boliviano funcionen al revés en lo que respecta a la protección del medioambiente implica que nuestros esfuerzos desde sociedad civil sobre este tema deben redoblarse, por muy difícil que sea lograr esto en la situación que se encuentra el país. La preservación de nuestra biodiversidad debería ser prioridad, aún más cuando existen momentos de negociación entre las fuerzas políticas del país. Desde Ríos de Pie continuaremos comprometidos con la defensa no violenta del medioambiente por encima de cualquier división o conflicto ahondado por liderazgos polarizados, ya que creemos que en esta defensa de la naturaleza puede estar el necesario factor que nos una como país.
protegidas y biodiversidad siguen siendo las mayores víctimas de nuestro débil gobierno y fracturada sociedad
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