Editorial
Termina la emergencia sanitaria
En exactamente 43 días, el lunes 31 de julio, terminará en Bolivia la emergencia sanitaria por la presencia de la pandemia Covid-19, que dejó un doloroso rastro de muerte y pérdidas económicas. Esto, sin embargo, no significa que a partir de esa fecha los bolivianos quedaremos libres de contagios, por lo que habrá que mantenernos en alerta, aplicando las medidas de bioseguridad cuando consideremos que nos encontramos en una situación de riesgo.
Sería irresponsable actuar como si no pasara nada y olvidar lo que vivimos en estos últimos tres años, primero con el temor de un contagio y de terminar en las estadísticas de fallecidos, luego haciendo colas por las vacunas y esperando que haya las suficientes para nosotros y nuestras familias y después temerosos porque no haya llegado alguna nueva cepa más peligrosa que la anterior.
Hasta el 14 de junio se habían confirmado 1.200.454 personas con coronavirus y 22.386 fallecidos en el país. Se administraron más de 14 millones de vacunas y más de seis millones de bolivianos recibieron la dosis completa.
La emergencia sanitaria por la Covid-19 está vigente en Bolivia desde 2020, en primera instancia mediante el Decreto Supremo 4196 aprobado en la gestión transitoria de Jeanine Añez y posteriormente, mediante la Ley 1359 promulgada en la gestión del presidente Luis Arce, desde 2021.
Dicha ley tiene por objeto proteger la salud pública y prevenir su pérdida o deterioro, y como finalidad “establecer medidas para proteger la vida, la salud, la integridad y el bienestar de la población, ante una emergencia de tipo sanitario en parte o todo el territorio nacional”.
La emergencia concluye en poco más de un mes, pero los casos persisten, aunque con cifras bajas en relación a los otros años. El jueves, el reporte del Ministerio de Salud informó que hubo 210 nuevos contagios de Covid-19 en todo el territorio nacional y cero decesos. Atravesamos ya la sexta ola y la tasa de letalidad se mantiene en 0,2%.
Según anunciaron las autoridades del Ministerio de Salud, los protocolos de seguridad se mantendrán en las unidades educativas y se aplicarán todos los años en época de invierno.
No estaría demás que otras actividades de alta concentración de población mantengan algunas medidas de protección, aunque no necesariamente al nivel de las que se aplicaron en los tiempos más duros de la presencia de la pandemia. Y, claro, que cada uno de nosotros tome conciencia de la necesidad de usar barbijo cuando sufre alguna enfermedad respiratoria con riesgo de contagio.