En la mira
A la mala
Es lamentable, pero la cultura del diálogo y del respeto a la ley no es la que sobresale en el país; por el contrario, lo que más pesa en la balanza son los conflictos .
Basta dar una pequeña mirada a lo que ocurre casi a diario en distintos puntos del territorio nacional. Ayer, en La Paz, mientras el grupo oficialista que allanó las oficinas de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia hace más de una semana mantenía su toma con vigilancia de la Policía, un grupo de pobladores del sur de La Paz generaba conflictos en la zona de Aranjuez, en su afán de instalar, también a la mala, un mercado campesino, no obstante de no contar con una autorización municipal para ello.
Y en Santa Cruz, la asambleísta del Movimiento Al Socialismo Muriel Cruz sufría una golpiza en el suelo en medio de una vigilia que había sido instalada en puertas de la Gobernación en rechazo a la posesión de dos nuevos asambleístas departamentales del pueblo guaraní.
Es realmente lamentable que la vida de los bolivianos transcurra de conflicto en conflicto, tratando de imponer las cosas por la fuerza.