AFP / Santiago
La justicia chilena imputó ayer al excandidato presidencial Marco Enríquez-Ominami, así como a su exjefe de campaña Cristian Wargner, por delitos tributarios al facilitar la emisión de facturas falsas para fines políticos.
La Fiscalía considera que el popular político "facilitó” que su exjefe de campaña emitiera 36 facturas falsas en 2011, 2012 y 2014 por cerca de 585 mil dólares, por servicios nunca prestados. Las facturas ideológicamente falsas fueron emitidas a nombre de SQM Salar, una filial de la minera Soquimich, que sirvieron para pagar las campañas presidenciales de la fugaz estrella política chilena.
Enríquez-Ominami, de 43 años, emergió como una tercera vía en los comicios de 2009, alzándose con el 20% de los votos. "Los recursos obtenidos por Wargner, con pleno conocimiento y acuerdo de Enríquez-Ominami, fueron destinados al financiamiento del proyecto político de Marco Enríquez-Ominami”, sostuvo el fiscal.
Desde su empresa Cristian Warner Comunicaciones Publicidad y Marketing, la mano derecha del político "suscribió en febrero de 2011 un contrato simulado con Patricio Contesse (exgerente de SQM), cuyo objeto era prestar asesorías a la minera en materia de comunicaciones”, dijo el fiscal.
Dichas facturas ocasionaron un perjuicio de 130 millones de pesos (unos 194 mil dólares) al fisco chileno.