Bombardeos rusos dejan a una niña de dos años muerta
Según Vlodimir Zelenski, al menos 19.505 menores de edad ucranianos fueron deportados, y ésa es sólo una parte de todos los que aún están en manos del enemigo.
Las fuerzas invasoras rusas lanzaron bombardeos durante la noche contra Kiev y contra Dnipro lo que dejó al menos una víctima mortal, una niña de dos años, y decenas de heridos, informaron las autoridades ucranianas. El cadáver de la niña fue encontrado por equipos de rescate bajo las ruinas de una casa en Dnipro.
El gobernador de la región de Dnipropetrovsk, Sergui Lysak, precisó que la niña murió cuando un misil golpeó un barrio residencial en la capital, Dnipro. Fue rescatada sin vida entre los escombros de su edificio, mientras su madre se encuentra en cuidados intensivos.
El portavoz castrense, el general Ígor Konashénkov, también informó de ataques contra puestos de mando, arsenales, radares y aviones en aeródromos militares, sin especificar.
Según la administración de Kiev, durante la mañana los sistemas de defensa antiaérea lograron destruir numerosos ataques.
En la ciudad, según testigos, se oyeron numerosas explosiones y la alarma antiárea estuvo funcionando durante tres horas. “Otra vez Rusia ha mostrado ser un estado terrorista”, declaró en la noche el presidente ucraniano Volodomir Zelensky.
El mandatario difundió un video de una casa destruida en la que equipos de rescate buscan víctimas y supervivientes.
Los ataques causaron daños en al menos 19 viviendas privadas, un coche y en un gasoducto.
“Los rusos deberán responder por todo lo que le han hecho a nuestro país y a nuestra gente”, manifestó Zelensky.
En una entrevista publicada el sábado por el medio estadounidense Wall Street Journal, Zelensky sostuvo que Ucrania está preparada para lanzar una contraofensiva.
“Creo que estamos listos para ellos. Creemos en el éxito, no sé cuánto tiempo necesitaremos”, indicó el jefe de Estado.
Sin embargo Zelensky advirtió que el coste del éxito será alto y pidió más apoyo para la defensa antiaérea.
Mientras tanto, el Ejército ruso se debate entre la defensa de su frontera, que se ha mostrado muy vulnerable a las incursiones enemigas, y el avance en el Donbás, donde las unidades chechenas han reemplazado a los mercenarios del grupo Wagner.
La región de Bélgorod, el eslabón más débil de la frontera, ya que comparte 540 kilómetros con las regiones ucranianas de Lugansk, Járkov y Sumy, ha sido objeto de ataques ininterrumpidos desde hace dos semanas, sin que aparentemente el Kremlin pueda hacer nada para evitarlo.
Mientras, Kiev dice que todo está listo para lanzar la contraofensiva, cuyo primer paso sería precisamente obligar a Rusia a retirar tropas de Ucrania con el fin de proteger su territorio.
Después de asegurar la víspera a The Wall Street Journal que los ucranianos están “listos” para lanzar su contraofensiva y que no esperarán “varios meses” a la llegada del armamento pesado y los aviones occidentales, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se mostró mucho más precavido este domingo.
“Esto no es como el cine (...). La desocupación de nuestro territorio, ése es el resultado de la contraofensiva. Cuando ocurra, entenderéis que ya está en marcha”, declaró durante una conferencia de prensa.
Por su parte, el Ministerio de Defensa publicó un video con un grupo de militares con los dedos en sus labios y el título: “A los planes les gusta el silencio. No anunciaremos su inicio”.
“El enemigo espera estupefacto las próximas acciones del Ejército ucraniano”, aseguró Sergui Cherebaty, portavoz del Mando Oriental del Ejército, a la televisión local.
Por otra parte, el Ministerio de Defensa de Rusia reconoció haber atacado anoche una fábrica de ensamblaje de drones en la ciudad de Dnipro, situada en el centro de Ucrania.
El parte de guerra diario asegura que ese objetivo fue alcanzado por armas de precisión lanzadas con sistemas de emplazamiento terrestre que dieron en el blanco objetivo del atacante.