Encabezó varias reuniones con su equipo de transición
Lula sienta bases de gestión y analiza ajustes al presupuesto
La mirada del presidente electo está en la economía y el medio ambiente. Busca mantener el subsidio de 120 dólares para los más pobres.
- Lula da Silva saluda a sus simpatizantes, junto a su esposa Rosangela da Silva, en octubre.
Brasil - martes, 08 de noviembre de 2022 - 5:00
El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, encabezó varias reuniones con su equipo de transición para sentar las bases de su futuro gobierno y discutir dos temas fundamentales: presupuestos y medioambiente.
Lula, de 77 años, regresó a Sao Paulo después de unos días de descanso en el turístico estado de Bahía, en el noreste de Brasil, tras ganar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales ante el actual gobernante, el ultraderechista Jair Bolsonaro.
Los principales aliados del histórico líder del Partido de los Trabajadores (PT) se reunieron en un hotel de Sao Paulo para abordar los asuntos más urgentes de la nueva administración, que asumirá el poder el 1 de enero.
En este sentido, el equipo de Lula está trabajando desde ya para hacer realidad una de las mayores promesas de campaña del antiguo dirigente sindical: mantener el valor del subsidio para los más pobres en 600 reales (hoy unos 120 dólares) mensuales. En la propuesta presupuestaria del Gobierno de Bolsonaro enviada al Congreso figura un valor de 400 reales (80 dólares) para 2023, un 33% inferior al actual.
“No podemos comenzar 2023 sin el Auxilio, sin un aumento real del salario mínimo. Fue prometido al pueblo en las urnas”, dijo Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula.
Además, Lula prometió a las familias un plus de 150 reales (30 dólares) por cada niño de hasta seis años de edad.
Alternativas
El equipo del líder progresista analizaba ayer cómo hacer realidad ese robusto paquete social, en medio de la delicada situación fiscal de la que es la mayor economía de Latinoamérica.
Fuentes del PT señalaron dos posibles alternativas.
a primera sería enviar una enmienda constitucional que requeriría una negociación con el Poder Legislativo y cuya aprobación dependería del aval, en dos votaciones, de tres quintas partes de la Cámara de Diputados (308) y del Senado (49), hoy dominados por fuerzas de centro y derecha.
La segunda sería modificar el actual proyecto presupuestario, reubicando los recursos previstos para otras iniciativas.
Lula pretende seguir esas negociaciones en Brasilia a lo largo de esta semana en compañía del vicepresidente electo, el liberal Geraldo Alckmin, que coordina el equipo de transición con la administración Bolsonaro. Por otro lado, el mandatario electo también está analizando su agenda de cara a su participación en la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP27) que se celebra desde este domingo y hasta el próximo 18 de noviembre en Egipto.
Fuentes del líder progresista, que ya gobernó el país entre 2003 y 2010, manifestaron que su intención es ir a Egipto a partir de la segunda semana de la cumbre climática, sin precisar fechas.
Solo para el Auxilio Brasil, con un bonus prometido de 150 reales -30 dólares- para familias con niños de hasta 6 años, serían necesarios 70.000 millones de reales -casi 14.000 millones de dólares-. Lula se prepara para un pulso con el Congreso.
Sin recursos
Crisis. La realidad económica de Brasil dista de la bonanza de los años 2000, cuando Lula pudo financiar sus políticas sociales surfeando el 'boom' de las materias primas.
Tarea. Prometió conciliar “responsabilidad fiscal, social y sustentable”. Lula prevé desdoblar la cartera de Economía en tres: Hacienda, Planificación e Industria y Comercio.
