Wendy Pinto / La Paz
Son cariñosas y gentiles, no se molestan si una persona escoge o "toca” sus productos y luego los deja, tampoco si les piden una yapa; ayudan a las personas de la tercera edad y ofrecen un trato más personalizado a las personas con discapacidad, así son las caseras del mercado Kollasuyo, un "mercado maravilloso”.
Los paceños acuden a los mercados tradicionales de la ciudad de La Paz para abastecerse de los mejores productos, pero cuando preguntan por el precio son presas del humor de las vendedoras, quienes lanzan frases como: "¿Vas a comprar?”, "¡no es para preguntar ni mirar, es para comprar!”, "¡para que estás escogiendo, igualitos son todos!”, "no me lo toques, me lo desordenas”, "¡si no te gusta cómprate más allá!”, "los más grandes tienen otro precio”, etc.
Sin embargo, el panorama es diferente en uno de los Mercados Maravilla, donde las caseras portan sus respectivos mandiles y gorros, y ofrecen un trato gentil a cualquier persona. "Pase caserita, te voy a yapar”, "escogete mamita, los más grandes te vas a llevar, no te vas a arrepentir”, "pruebe un pedacito (de fruta) llevate para el camino”, dicen.
Los compradores acceden con sus bolsas vacías a este moderno centro de abasto por cuatro puertas, la principal y tres laterales. Existen gradas de acceso para los jóvenes y los adultos, pero también hay rampas para las personas de la tercera edad y personas con discapacidad.
Las vecinas preguntan los precios de lo que necesitan y las caseras empiezan a aplicar lo aprendido en el programa Mercados Maravilla: buen trato y preferencial al cliente, ofrecer los mejores productos, ser paciente con las personas con discapacidad, ayudar a personas de la tercera edad.
"Son buenas, atentas y cariñosas, el trato es como si fuéramos de la familia, me dejan escoger, no se enojan y todo por el mismo precio”, afirmó doña Mery, vecina de Villa Copacabana, quien no conocía sobre la política de atención al cliente inculcada en los mercados maravillosos.
"Me dejan escoger las frutas que quiero, es un trato amable, son muy gentiles, aunque los precios están un poco caros”, dijo don Antonio Rivero, quien salió contento del Kollasuyo con un pedazo de fruta que le invitó una de las vendedoras.
Los abuelos que ingresan al lugar preguntan por verduras o dónde tomar un desayuno, las vendedoras les indican que es en los niveles superiores y les alertan -para que no se caigan por las gradas- indican que vayan por las rampas. Una vez en los puestos, se toman su tiempo para explicar lo que desean, un café con sándwich de palta, 10 minutos después cambian de opinión y piden un api con pastel. "Ya caserito, te has debido antojar”, responde una de ellas.
"Tenemos que ser mucho más pacientes, tratarlos con mucho cariño y respeto, eso es lo que nos han enseñado en los cursos de los mercados maravillosos, a ser más atentas”, indicó Carmen Mollo, del sector de comidas en el cuarto nivel.
El trato amable se apodera del mercado, también existen opiniones disparejas, como la de doña Jimena de Carrasco, de San Antonio Bajo: "No tienen relaciones humanas, no tienen ningún cuidado en el manejo de los alimentos, son muy orgullosas para los costos”, dijo.
Un plus que ofrecen los mercados maravillosos es el día de rebaja. Según las caseras, no existe un día específico para este beneficio, puede ser cualquiera de la semana, "para sorprender a los clientes”. La dirección Municipal de Mercados capacitó un mes a las vendedoras de los mercados maravillosos, para que los paceños vuelvan a centros de abasto del barrio y reciban un trato cordial y amable, higiene, calidad y rebaja en los productos.
Son cinco mercados
- Venta Cinco centros de abasto de la urbe paceña son "Mercados Maravillosos”.
- Mercados Los mercados Kollasuyo, Irpavi, Achumani, 16 de Julio y el de Pura Pura.
- Indicadores Deben dar buen trato al cliente, salubridad e inocuidad en alimentos, higiene, calidad.
- Yapa En estos mercados deben yapar y también rebajar sus productos una vez por semana.
- Atención Las vendedoras deben dar trato humano a todos los clientes por igual.