Brasileños piden ayuda a Bolivia para acceder a las pruebas Covid
La alcaldesa del municipio beniano de Guayaramerín, Helen Gorayeb, advirtió que si algún extranjero busca ingresar al país sin prueba PCR deberá retornar a su tierra.Verónica Zapana S. / La Paz
Muchos ciudadanos de poblaciones fronterizas de Brasil que necesitan pasar al lado boliviano no cuentan con recursos para pagar las pruebas de la Covid-19. Ante esta situación, la prefeita (alcaldesa) de Guajará Mirim (Brasil) solicitó a su par de Guayaramerín (Bolivia) ayudar con pruebas a los brasileños.
“A pesar de que nosotros hemos endurecido nuestras medidas en la frontera, continúa el flujo de la gente. Por eso hemos solicitado que para ingresar al país o salir una persona debe demostrar con un documento que es Covid negativo, que no está cursando con la enfermedad”, dijo a Página Siete la alcaldesa del municipio beniano de Guayaramerín, Helen Gorayeb.
De acuerdo con la autoridad municipal, esta determinación fue compartida en una reunión con la alcaldesa de Guajará Mirim (Brasil), Raissa da Silva. Gorayeb dijo que en ese encuentro, Da Silva le comunicó que “Brasil no tiene recursos económicos”. “Me indicó que están peor que nosotros para comprar las pruebas y como gobierno no pueden dar de forma gratuita este tipo de estudios a la gente, tal como se hace en Bolivia”, sostuvo.
“Para ellos es difícil (presentar el documento de negatividad porque) no tienen pruebas”, agregó. Indicó que para el municipio de Guayaramerín sería de mucho riesgo aceptar que ingresen sin el documento de prueba negativa. Explicó que lo sienten mucho, pero nadie podrá entrar al país sin su certificado de negatividad. “Así que es mejor que no pasen y no lleguen a Guayaramerín porque de todos modos deberán retornar”, aseguró.
De acuerdo con la alcaldesa de Guayaramerín, incluso su par de Brasil solicitó “que si su población ingresaba a Bolivia, por qué nuestro país no se encargaba de tomar la prueba, a modo de ayuda”. “Pero les dijimos que no porque las pruebas son sólo para los bolivianos”, indicó.
La alcaldesa beniana aseguró que -de ser así- las pruebas que llegan al municipio “no alcanzarían para la población boliviana”. Comentó que no entiende cómo una población brasileña que pertenece a un país de gran potencia mundial no puede comprar sus propias pruebas.
Explicó que pese a la disposición de las nuevas medidas de circulación en la zona fronteriza, la población continúa incumpliendo las disposiciones. “Cada día pasan unas 100 personas por el paso fronterizo”, agregó.
Según uno de los vecinos, que prefirió no dar su nombre, existen otros lugares por donde la gente se da modos para pasar de uno a otro lado.
“Lamentablemente el control por el puente provoca que la gente pase la frontera por otras vías. Muchos nos trasladamos a Brasil para comprar alimentos”, sostuvo el habitante.
El Gobierno nacional determinó ayer mediante decreto supremo el cierre de la frontera con Brasil por siete días. Esta medida se aplicará desde hoy.
De acuerdo con la norma aprobada por el gabinete ministerial, los municipios fronterizos dispondrán diariamente el tránsito para actividades comerciales durante tres horas. Para pasar, las personas deberán presentar una prueba negativa de PCR de 72 horas antes.
Ante esa decisión, el Comité Operativo de Emergencia (COEM) emitió la Resolución 07/2021 que tiene vigencia desde ayer hasta el 8 de abril y establece que la circulación en el paso fronterizo será de 8:30 a 11:30. “Se prohíbe actividad física y actividades religiosas por Semana Santa”, indica la norma.
La situación de Pando
Para el expresidente del Colegio Médico de Pando Wilson Salazar, el cierre de fronteras sería como una forma de “legalizar el contrabando” porque la población de Cobija todos los días realiza sus compras de alimentos en Brasil. “De ahí traen arroz, fideo y todos esos abarrotes porque allá los costos son más bajos en comparación con los precios de los productos que se venden Bolivia”, aseguró a Página Siete el especialista.
El médico contó que incluso viajan al vecino país para adquirir medicamentos. “Muchos de los fármacos que usamos en Pando son de Brasil. Por ejemplo, en Bolivia no hay midazolam y nos indicaron que llegará en ocho días. Pero, para comprar este producto debemos cruzar al frente, (a Brasil)”, sostuvo.
“Cerrar las fronteras es como cerrar la puerta de entrada de comida y alimentos”, sostuvo Salazar y reiteró que esta medida complica más al departamento y no ayuda. “No resuelve el problema”, explicó.
Recordó que en los hospitales de Cobija, Roberto Galindo y Hernán Messuti, están al límite del colapso porque se incrementan los casos complicados de Covid. Sostuvo que las camas están llenas, además el oxígeno está al límite.
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